ESPINAYFLOR WRITINGS

Es díficil dar justicia a la vivacidad de las pinturas de Hanna, sin caer en el obvio coloreado y la luz que transmiten.

Su tendencia hacía la expresión luminosa, la serenedidad, la madurez que se vislumbra en una pintura llena de detalles, de anchos espacios y gotas pigmentadas que parecen a próposito diseñadas para ser usadas como bellos estampados sobre telas. Si algún diseñador de modas se enamorara de ellas no seria nada extraño. Vestirían como lo hacen las flores en los prados de la primavera, hermosos seres humanos.

Entre mandalas, flores y figuras geométricas, se derriten los tonos de su pincel, cómo despreocupados, cómo las personas que al no estar pendientes de lo que los demás puedan pensar, contrariamente a lo que la mayoría cree, muestran su lado más hermoso.

Sus diseños se convierten en tazas para el desayuno o bandejas para servir la mesa en otros casos, no hay más que pasearse por su Instagram para apreciar la riqueza y el trabajo que expone como arcoiris.

Se niega a vender los originales, son sus creaturas, pero reproduce piezas únicas para quienes admiramos la alegría que transmiten sus obras.