Elegia para Tisha B’Av
30 julio 2017
Ilustracion- Pintura de Francesco Hayez pintor italiano
Poema Elegia para Tisha B’av de Rabbi Yishaq ben Yehuda ibn Gayyat (Lucena 1038-1098)
Escuchalo con mi voz aqui:
“Fueron expulsados de su morada placentera,
mi alma desfallece ante sus asesinos,
¡mi corazón entero por sus víctimas!
¡mis entrañas todas por sus muertos!
Ese día sacaron a las doncellas de sus palacios,
Y a las madres privadas de sus hijos,
desnudas, despojadas por sus depredadores,
día de gran duelo por ellas,
día en que portaban un yugo en vez de sus joyas,
apresadas por la espada de sus guardianes.
Los oídos resuenan con el gemido de las víctimas,
el grito de los infantes y el llanto de los niños,
el día en que se derramo su sangre como estiércol,
el Santuario fue por tierra profanado,
y el Libro de la Ley rodó en medio de la sangre;
¡Todo fue devastado en presencia de quienes se burlaban!
Ese día mis hijos fueron estrellados contra las rocas,
mis supervivientes dispersos sin poder reagruparse,
y el pueblo que había despreciado el nombre de mi Dios
profanó mis montañas y mancilló mis santuarios;
ese día los leones me aplastaron
y mi corazón se fundió ante el fragor de sus rugidos.
Los niños que habían sido criados sobre púrpura,
vestidos de escarlata, con profusión de adornos,
¡cómo eran empujados entre vendedores y compradores,
entre dueños sin entrañas,
el día en que vinieron contra ellos grandes multitudes
y ligeros como el águila fueron sus invasores!
Una comunidad brillante como las estrellas del cielo,
¡Cómo fue esparcida cual cacharros de barro!
Salieron al destierro hacia el levante y el poniente.
¡Cómo pasó por ellos la espada de la venganza!
¡Cómo fueron convertidos en desolación sus viñedos y
blanquearon sus sarmientos!